miércoles, 26 de agosto de 2015

Hacer entrar un perro en vereda.



Tradicionalmente casi todo a lo que llamamos hacer entrar en vereda a un perro, hacer la mili, o adiestramientos rápidos que prometen soluciones mágicas a todos los problemas existentes, pasan por obligar y doblegar física, psicológica y emocionalmente a un perro. No darle otra opción que no sea obedecer en cualquier momento que nosotros deseemos y castigar siempre la supuesta desobediencia.

Si no lo hace, pues se le obliga tirando de aversivos más suaves de principio en el mejor de los casos, como puede ser una voz o un tirón de correa. Si entra en el “adiestramiento” esas serán las bases para su manejo durante toda su vida. Limitando así su mundo y sus capacidades a desarrollar como perro e individuo.

Si no lo hace, esos aversivos irán subiendo de intensidad o se plantearan el uso de materiales de tortura como son collares estranguladores, con púas, eléctricos... hasta conseguir el objetivo que es cortar la conducta a través del miedo o imposición.

Todo eso expuesto directamente en el momento de estallido máximo de exposición al problema. Trabajándolo de forma directa sin tener en cuenta otros factores muy importantes, tales como el historial del perro, posibles traumas, manejo y capacidad de aplicarse y aprender de su guía, rutinas diarias, antecedentes… mucha información necesaria para poder hacer una intervención en el comportamiento de un perro realmente efectiva y con garantías de evolución y futuro.

Maquillando más o menos el proceso dependiendo del charlatán que lleva a cabo estos procesos “terapéuticos” se podría simplificar y generalizar el protocolo de trabajo de la siguiente manera. Habiendo una infinidad de pequeñas variaciones que por supuesto siempre se argumentaran. Tales como dar un aversivo y usar también premios cuando lo hace bien, “positivizar” algunos elementos aversivos para que el perro parezca que lo disfruta o que no le pasa nada… y un sinfín de excusas para argumentar el uso licito de este tipo de estrategias y parafernalia de la época de la inquisición.

Se expone al perro al supuesto problema en su momento de estallido máximo. Momento en el cual el perro es incapaz de pensar lo que esta haciendo y  lo único que puede hacer es reaccionar debido a que no entiende la situación. Ese comportamiento se da o bien directamente por miedo y o por refuerzos por parte del guía sin darse ni cuenta. Si el perro estalla o reacciona de una manera que no es la que a nosotros nos gusta se le aplica un aversivo o bien para que deje de reaccionar al problema o bien para que nos haga caso a nosotros. Realmente la mayor parte de veces que he visto este tipo de trabajaos ni el perro, ni el guía ni el supuesto “adiestrador” tenían el proceso demasiado claro de que es lo que intentaban conseguir o explicar al perro… También hay que decir que en algún profesional sí que se le ha visto algo más de tablas y coherencia en sus actos. Aunque siempre mal planteado el problema bajo mi punto de vista u omitiendo unas consecuencias indeseadas para el perro y afectando a nuestra relación con él. Por culpa de la vaguería y comodidad por parte del propietario en hacer un trabajo ética y profesionalmente más efectivo, prefiriendo anteponer sus deseos y querer que el perro deje de ser perro para convertirse en una pequeña maquina obediente inanimada y sin emociones que tener en cuenta.

Si no nos hace caso en ese momento empieza el despliegue para someter al animal. La pauta a seguir es subir la intensidad de ese aversivo o la utilización de otras herramientas más potentes para infligir dolor bajo el falso nombre de educación o adiestramiento. Pero a las cosas hay que empezar a llamarlas por lo que son a estas alturas de la sociedad. Son herramientas de tortura tal cual. Y por suerte ya se están prohibiendo en varios países del mundo al igual que se empiezan también a penalizar su uso en territorio español como es Cataluña.

Hay algunos que por su naturaleza, historial de maltrato o abandono  y muchos otros factores que intervienen en lo que la gente comúnmente llama “tener un perro”, no entran en la dinámica y terminan en indefensión aprendida. Dejando a un animal bastante tocado para que pueda enfrentarse a la vida. Por supuesto que en el mejor de los casos el problema no se soluciona. Sino que queda bajo medio control.

No se puede controlar siempre las 24h, así que tarde o temprano el problema aparece y lo hace de forma muy desproporcionada ya que ha habido una carga emocional negativa muy fuerte durante mucho tiempo para controlar o cortar esa situación directamente con el miedo a las consecuencias de sus actos. El perro no aprende, evita para sobrevivir y eso estropea mucho el vínculo y la relación que tenemos con él, entre otras muchísimas consecuencias que tienen este tipo de técnicas para la salud física, mental y emocional del perro.

Tener un perro implica tener que pensar y gestionar su vida, cosa que la mayoría de personas no están preparadas ni quieren aprender a hacerlo. Es indiscutible que una relación de esclavitud controlada encima por la fuerza nos pone en una situación muy cómoda a la hora de querer ver el mundo de los perros y su consiguiente trato. El argumento de la falta de tiempo es algo común que utiliza la gente para curar su conciencia o para auto justificarse a la hora de someter a un animal. El autoengaño es una cualidad muy humana. Pese que por muchos años que se haya hecho así, está más que demostrado que no es una manera ni ética, ni funcional para establecer una relación con nuestro perro.

La actualidad entristece un poco a día de hoy la verdad. Con toda la información que tenemos a nuestro alcance y los avances en materia canina de las últimas décadas, parece mentira que veterinarios, adiestradores, peluqueros, asociaciones de defensa animal y el sector de las perreras, así como simples propietarios de perros aun no tengan claros estos conceptos a estas alturas de la evolución humana. Es imprescindible empezar a distinguir entre ciencia y estadística de falsos mitos o soluciones milagrosas que no se consiguen sin coherencia, dedicación, esfuerzo y conocimiento.


domingo, 24 de mayo de 2015

10 Días en la vida de un galgo rescatado dan para mucho (con vídeos)





Un Galgo de los más especiales con los que me he cruzado hasta ahora (espero cruzarme con muchísimos más). Hay que decir que no es una galga valiente, pero tampoco estaba en el estado de miedo o pánico como por desgracia se encuentran la mayoría de galgos rescatados en el territorio español.

Nos conocimos unos días antes, unas cuantas veces en el refugio. Siempre me acercaba a verla, darle algún mimo si ella lo quería y darle algunos trocitos de premios para despertar su interés (sobornando, hablando claro)

Un día sin más la vimos decaída, apática y que no comía. Se llevó directamente al veterinario, donde se aconsejó su ingreso, ya que había tenido una infestación de pulgas cuando había sido llevada al refugio, estaba bastante delgada ya de por sí y encima tenía casi 41 grados de fiebre.

Al día siguiente se le dio el alta diagnosticando una gastroenteritis vírica. Para asegurar mejor su recuperación ya que en un refugio un perro enfermo lleva mucho más trabajo y varia las rutinas en muchos aspectos, decidimos que se viniera a casa que podría estar más controlada y así también ganaría peso más rápido aparte de que le vendría muy bien para su proceso de educación.

Nunca hay que forzar a ningún perro de perrera a hacer cosas que no quiera o no se sienta cómodo, muchísimo menos en esos primeros días, donde lo más importante es que el perro coja confianza con su nuevo ambiente, compañeros y que confié en su nuevo guía. Lo importante no es lo que hace ni como lo hace para mi modo de entrenar, sino simplemente que coja confianza y de paso ir guiando hacia hacer algunas cosas que aparte de entretener su mente, después usaremos para tocar otras partes de su educación o mala educación según se vaya viendo.

Empezamos trabajando con un poquito de comida algunas cositas. Tuvimos la suerte o mala suerte de que venía de estar unos días algo pachucha, y decidimos aprovechar algún pequeño momento puntual que nos ofrecía de juego sin más para ir introduciéndole la pelota a modo de herramienta de juego, aunque al principio nos valía simplemente interés por la pelota.

La primera vez que se le enseño un mordedor o una pelota, el perro obviamente la miro al ser algo nuevo, pero no quiso interactuar en ningún momento. Siendo un galgo quisimos probar a ver si con el movimiento conseguíamos una activación hacia el objeto, así que lanzamos la pelota y lo único que se consiguió después fue un ligero interés por ese objeto que se movía de forma tan irregular, pero esa curiosidad se basó solo durante el poco tiempo que la pelota estaba en movimiento, una vez la pelota quieta no había ningún tipo de interés por ella. En ningún momento usaba la boca para interactuar, daba un saltito siguiendo el movimiento y le daba un golpe con las patas delanteras (juego muy típico de algunos galgos que no muerden pero que les puede la curiosidad por el movimiento)

A los dos días probamos alguna técnica basada en lo que aprendimos en la llamada vieja escuela (sin necesidad de recurrir a ningún tipo de piel natural o sintética), en casa probamos de darle algún trapito y le dábamos movimiento con una cuerda. Después añadimos mordedor (De tela francesa muy agradable normalmente para la mayoría de bocas de perros). Nos encontramos que fuera de casa ese pequeño interés se esfumaba en cualquier otra cosa que era más importante que coger un mordedor.

 Se esperó un rato para ver qué momento era el que mejor podíamos aprovechar para jugar una de las últimas cartas (en ese momento porque se quería intentar capturar un tipo de juego, no hay porque ponerse ningún tipo de meta en un tiempo definido para enseñar según qué cosas. Si no sale hoy tenemos muchos otros días para sacarlo que incluso muchas veces es mejor dejar un poco de lado las cosas, dar un descanso de unos días y volver a empezar) que en este caso consistió en la simulación de los movimientos de una presa, que ya sabíamos que un mínimo interés tenia aunque fuera para jugar con las patas (las bicicletas de cristiano se quedan cortas comparadas con las de esta perra xd) y seguido ahora de unos movimientos tipo espasmódicos que pueden hacer las presas al ser atacadas por un depredador. BINGO!!! Eso ya eran palabras mayores y el perro si uso la boca en este caso, como buen galgo le salió esa parte genética y no pudo evitar cogerlo con la boca y sacudirlo de lado a lado (lo mataba) y si el interés seguía después se lo llevaba para acabar de matarlo lejos de mí.

Ya teníamos lo que a mí me gusta, motor instintivo con el que poder trabajar. En este caso pasamos sin dudar el interés hacia la pelota con cuerda ya que nos permite lanzarla para activar al perro si lo necesita pero tiene la genialidad de ser un objeto con el que podemos luchar (jugar a tirar) con el perro. A mi particularmente es un tipo de juego que me gusta mucho, ya que indiscutiblemente me necesita para jugar. Aunque hay que ir con mucho cuidado y hacer las cosas bien si queremos asegurarnos un juego y perros sanos.

La idea era modificar un poco ese patrón de matar el objeto e intentar conseguir que el perro disfrutara más de jugar a tirar (cuando vienes de trabajar con razas potentes hay que ser muy sutil a la hora de ir moldeando la presa con los objetos cuando estamos hablando de un galgo que no la ofrecía) cosa que conseguimos ir moldeando y reforzando. Hasta ha cambiado también el patrón de irse con el objeto, ahora lo va a buscar y lo trae para seguir jugando. Incluso gracias a que ahora le gusta mucho este tipo de juego nos permite trabajarle el autocontrol, porque con comida al principio se perdía demasiado y no era capaz de entender lo que se le pedía ni la situación. A través del juego con pelota nos ha permitido trabajar los inicios del autocontrol para que ella se entere un poco de cómo va la cosa, y después no ha permitido trabajarlo directamente con comida que es donde necesita más esa parte de autocontrol.

Ahora la perra ha sido castrada y ha tenido unos días de descanso extras (a los que ya tuvo la pobre). 


También estamos aprovechando estos días para iniciarla a la dieta natural cruda para perros ( si,  los perros son carnívoros, comen carne y huesos sin volverse locos!) ya que nos parece la mejor alternativa y la más natural para alimentar a nuestro perro. A parte de que siempre cogerá más peso y se recuperare mejor y más rápido. Al ser una galga denominada por todas las personas que la han visto como de "pitiminí" (ni idea de cómo se escribe) la verdad es que el proceso es importante y habiendo ya iniciado a varios perros en este tipo de dietas sé que hay que hacerlo bien. En este caso como estaba con dieta blanda de carne de pavo y pollo hervido junto a algo de calabaza y patata también hervido, simplemente fue cuestión de ir metiendo algunos otros tipos de carnes cocidas, para después cada vez darle menor punto de cocción. También nos ayudó mucho el darle huesos recreativos con algo de carne o tendones pegados para que pudiera roer. 

Ahora estamos alternando comida comercial de la marca Yum (no suelo hacer mucha propaganda pero aquí en las islas tenemos un serio problema para pedir muchas cosas congeladas y esta marca hace un buen trabajo de distribución y difusión de la dieta natural, aparte de que a mí personalmente para iniciar perros es una de las mejores opciones que he encontrado) combinado con carnes crudas, verduras, frutas y complementos normales usados en la dieta barf.



Estimulacion mental y olfativa



Habilidades y obediencia






domingo, 29 de marzo de 2015

Separando el instinto de presa en el Disc Dog (con video)




El video tiene 3 años.Previamente hay una formacion y practica de casi diez años sobre comportamiento, aprendizaje, comunicación, cognicion, modificacion de conducta, y muy importante tambien tecnicas y ejercicios para poder regular el estres en los perros.

 Ha día de hoy la técnica se ha trabajado y depurado mucho gracias a la práctica, el adiestramiento deportivo y a la formación recibida por grandes profesionales del mundo de la obediencia, disc dog, deportes de ring , perros de seguridad y intervención. Me pareció más que justo usar este video y de este perro aunque no esté reflejado todo el proceso, por ser uno de los perros  mas especiales que he tenido la suerte de cruzarme en mi vida y el perro que me permitió empezar a poner en práctica mis dos pasiones deportivas con perros, los deportes de ring y el disc dog.

 

Empecé a trabajar un poco a ciegas con estos métodos ya que por un lado me encontraba muchos compañeros que no creían en la activación de los perros para conseguir un buen trabajo de moldeado de conducta y mucho menos la practica enfocada al deporte. Otros compañeros que si creían y practicaban la activación de los perros con unas técnicas y manejos bastante distintos y muy efectivos a los que había visto hasta ahora, pero a mi modo de ver y entender el mundo del perro no terminaban de controlar muchos otros factores que intervienen en los procesos y son necesarios para saber que queremos conseguir en su mayoría, o bien simplemente practicaban otras disciplinas y había que coger partes muy especificas para poder fusionar y terminar sacando lo que queríamos construir.


Balto era un perro que cuando llegabas a casa siempre cogía cosas con la boca. Cada vez que había un cambio en el ambiente cogía cosas con la boca y las destrozaba. Se le daban botellas vacías, cajas, zapatos viejos… para que se entretuviera mordiéndolos. Cuando le tirabas algún objeto tipo pelota para ir a buscarlo, lo cogía y se lo llevaba lejos, se tumbaba y procedía a morderlo. Si se lo tirabas 3 o 4 veces el perro desistía porque claramente no tenía ningún tipo de interés en cazar sino en morder el objeto.

Al ver que el único interés que tenia por los discos a primeras  era cogerlos y descuartizarlos y que el proceso me costaría muchos discos o bien cambiar todos mis discos por otros más resistentes (una opción que en esa época no me convenía por mi nula técnica de lanzamientos al igual prácticamente de lo que sería una formación teórico-practica mínima sobre el deporte) que igualmente no me terminaba de convencer.

El proceso a seguir fue simple, control de sus necesidades básicas como perro (Bienestar animal), enseñarle a jugar con un mordedor y las reglas de juego optimas, al igual que conceptos para tener más manejo del perro  (calma en el juego, esperar, soltar, bien, ok, sienta, tumba, vuelta). Todas estas cosas se le enseñaron con un mordedor y/o comida para no reforzar en el proceso el que siguiera mordisqueando discos.

En unos pocos días empezamos con la segunda parte del trabajo, consistente en que aprendiera a coger los discos de la mano y después enseguida se le premiaba con el mordedor. Controlando sus niveles de estrés, estado emocional, y los tiempos de trabajo siempre en base a que tenga activada la parte cognitiva del perro en el trabajo (que piense, no que saque la parte instintiva y que mecanice como lo hacía hasta la fecha)

En el video el trabajo que se puede apreciar es básicamente cuando queremos reforzar mayormente que el perro coja los discos en el aire (pese al viento y mi nula capacidad de lanzamiento de la época y la peculiaridad de que el disco tenía que salir alto y cercano para que el perro lo quisiera coger, cosa que más adelante se debe moldear para evitar lesiones y hacer una práctica sana y divertida de esta actividad), también se refuerza el que el perro suelte los discos cuando se le dice y muy en último plano también empezamos a reforzar el portar el disco de lejos hacia nosotros aunque sea rescatando el disco de dentro del agua (cualquier oportunidad es buena para reforzar lo que nos interesa si tenemos una pequeña planificación mental de lo que queremos hacer).

También tendríamos la opción de luchar el disco en el proceso para conseguir esa motivación que nos podría ir bien, pero en este caso sería bastante contraproducente o llegaría a ralentizar muchísimo el proceso de aprendizaje.

Balto le cogió el gusto a practicar disc dog. Entiende perfectamente el proceso sin ningún tipo de motivador o mordedor. En el juego de los discos es algo que hay  que atrapar y devolver, y que después tiene  otro tipo de juegos con otros juguetes en los cuales puede jugar a tirar y morder sin ningún tipo problema.







sábado, 14 de marzo de 2015

COMPARAMOS PRECIOS. ¿Vale la pena pagar por los productos procesados para perros?




Debido al ritmo de vida que llevamos en los últimos tiempos, no somos capaces de pararnos a pensar y observar muchas cosas de las que hacemos en el día a día. Si nos referimos a tomar decisiones sobre la alimentación a seguir para nuestro perro, estas están aun menos pensadas, razonadas y se suelen dejar llevar por el marketing y la comodidad. 

La alimentación es un pilar fundamental para el buen desarrollo, para una buena salud, y para tener un nivel optimo de bienestar animal. Vale la pena informarse un poco sobre un tema tan importante al que nos enfrentamos a diario. 

Hay que aprender a leer bien las etiquetas de los ingredientes, y no estaría mal también fijarnos un poco en los precios de las cosas que le estamos comprando a nuestro perro, porque en la gran mayoría de los casos estamos pagando unas campañas publicitarias brutales o directamente estamos llenando los bolsillos a las empresas por un producto que en muchas ocasiones deja mucho que desear a nivel nutricional para nuestro compañero.

Creo que la alimentación natural cruda es la mejor opción para alimentar a tu perro, pero también la más economica. Y nada que decir lo baratos y sanos que nos salen los premios si vamos a comprar nosotros mismos y los hacemos, ya sea de manera más elaborada o simplemente un golpe rápido de sartén.


PIENSOS


18kg 59,95 €                                                 13kg  65,95€
( 3,33 €/kg )                                                  ( 5,07 €/kg )

13,6kg  59,90€                                                12kg  45,95€
( 4,40 €/kg )                                                     ( 3,83 €/kg )
15kg - 35,95€                                                    18kg - 27,95€
( 2,40 €/kg )                                                       ( 1,55 €/kg )
 10 kg - 9,91€                         2 kg - 4,97€
( 0,99 €/kg )                           ( 2,48 €/kg )


CHUCHERIAS

PVP 6,79€                                                          400g - 4,99€
( 9,43 €/kg )                                                        ( 12,5 €/kg )
PVP 2,49€ 110g                                                PVP 75g - 1,69€
( 18,15 €/kg )                                                        ( 22,5 €/kg )
PVP 75g 1,99€                                               PVP 150g - 6,99€
( 26,5 €/kg )                                                       ( 46,60 €/kg )
PVP 56,7g - 6,95€                                           PVP 250g - 4,99€
 ( 87,5 €/kg )                                                         ( 20 €/kg )
Huesitos 200g - 2,59€                                 Cuerno ciervo 100g - 9,99€
( 13 €/kg )                                                                ( 99,9 €/kg )
 
EMBUTIDOS
Oscar Mayer 275g - 1,59€                             Pack Hacendado 640g - 1,38€
( 5,78 €/kg )                                                                 ( 2,16 €/kg )
Hacendado 500g - 2,27€                               Hacendado 400g - 1,18€
( 4,54 €/kg )                                                       ( 2,95 €/kg ) 


viernes, 13 de marzo de 2015

EL OLISQUEO. LA MEJOR OPCIÓN PARA ESTIMULAR A TU PERRO.





-Mediante la estimulación del olfato, conseguimos activar la parte cognitiva del perro, con lo que conseguiremos un perro concentrado en la tarea que está desempeñando entre otros beneficios. Es una manera muy buena para estimular a nuestro perro de manera tranquila y para inducir en algunos casos a la relajación del animal.

Los primeros pasos:

-Cogemos unos 20 trozos de premios pequeños y apetecibles para el perro y los esparcimos sobre una superficie plana

*Con unos trozos un poco más grandes y o con comida más apetecible, conseguiremos más interés en los perros que les cuesta bajar la nariz al suelo y buscar los trozos.

-Una vez que el perro veamos que entiende que hay que bajar la nariz y buscar cosas, podemos ir incrementando la superficie por donde lanzamos los premios.

-Cuando el perro entienda completamente el ejercicio es el momento de trabajar el autocontrol. Hay que conseguir que el perro espere a nuestra señal para empezar a buscar.

-Podemos y debemos ir incrementando la dificultad para que el perro no se aburra. Podemos lanzar los premios en diferentes superficies como tierra, gravilla, césped… al igual que el tamaño de la superficie por donde esparcir los premios. También podemos aprovechar las capacidades de los perros más inquietos y con ganas de aprender y alargar esas esperas antes de buscar y pidiéndole algún ejercicio y premiarlo con la búsqueda si nos lo ofrece.

-Es una actividad que queremos que se asocie con la tranquilidad, así que no tienen cabidas ningún tipo de corrección, de castigo, de voces altas, de animar al perro más de la cuenta o excitarlo, ni ordenes imperativas.

-También nos permite aplicarlo en grupos de perros que no tengan ningún tipo de problema por protección de recursos para estimularlos juntos de manera tranquila y en algunos casos nos puede venir bien para relajar algunas situaciones donde las interacciones entre los perros están subiendo demasiado de intensidad o no consideramos sanas (perros que por aburrimiento persiguen a otros perros, otros que ladran, algunos de carácter más miedoso…)


*Tener en cuenta tamaño perro y la dosis de comida diaria a la hora de administrar los premios.




martes, 10 de febrero de 2015

RECHAZO DE ALIMENTOS






Utilizamos comida mas suculenta que la que el perro tiene que rechazar (lógico) para que entienda la dinámica del ejercicio. Si falla tenemos dos opciones muy diferenciadas entre sí. 

Por una parte  podriamos castigar el hecho de que coma (algo sin mucho sentido ya que comer comida que ofrece  alguien conocido es de lo mas normal del mundo...)

Por otro lado tambien podriamos optar por terminar de entrenar ante el supuesto fallo (no me gusta esta opcion en fase de aprendizaje porque no considero que sea justo para el  perro ya que no tiene la informacion necesaria para llevar a cabo bien el ejercicio aun) 

Esta ultima opcion si que la uso cuando el ejercicio ya esta bien aprendido. Pero hay que ir con cuidado. Necesitaremos tener un buen plan de entrenamiento, gestionar muy bien al perro, el ambiente, y adecuar y bajar el nivel de exigencia para que la cosa tenga un sentido, fluya y el perro siempre avance. Sino podremos encontrarnos en que el perro se atasca, no termina de entender las cosas y que nosotros al final nos pasaremos los entrenamientos sin entrenar.

En el video utilizo una tercera opcion que me parece mucho mas correcta y justa para el perro. Utilizamos el comando AH-AH que el perro tiene aprendido que tiene que interrumpir lo que esta haciendo en ese momento y mirarme a mi (no lo tiene asociado a castigo ni a algo negativo, el clasico NO de la mayoria de los propietarios no nos serviria para esto ya que esta siempre asociado a cosas malas para el perro) y asi podemos disponer de algunas repeticiones mas antes de que le suba demasiado la frustracion y asi premiarle lo que queremos que haga con un trozo de comida mas apetecible que el que se le pide que no coma. Cualquier perro es capaz de aprenderlo con unas pocas repeticiones.

Una vez que el perro ya comprende el ejercicio, metemos juguete que utilizamos en adiestramiento para terminar de cerrarlo. Con la mayoria de perros se puede observar en unas pocas repeticiones que cuando lo entienden, la comida ya no les interesa para nada, ya que cuando se esta en pista el perro sabe que se viene a trabajar y a divertirnos juntos!!!!